Lo que se suponía que no tenia que pasar.

Mis sentimientos se patentaron, multiplicárosle exageradamente.

Aquellos recuerdos del ayer volvieron hoy a mí y logre entender más de lo que se entiende habitualmente.

Mis pensamientos se redujeron a uno solo; el amor agonizaba en mi corazón y mi cuerpo sangraba de dolor…

Insoportablemente tenia que seguir, guardándome todo lo que de alguna manera había sido enterrado en el olvido, aunque jamás deje de olvidarlo.

Desvanecía ante los estímulos, me hundía en un profundo sueño sin retorno, me envolvía de un sin fin de ilusiones, ilustraciones, conversaciones, momentos.

Un dolor distinto, un dolor cruel empezaba a transcurrir por mis venas, lento, y mi corazón bombeaba ahora lagrimas de color.

Sin darme cuenta los que me rodeaban sospechaban; creí ser precavida pero la sangre continuaba expandiéndose más que nunca, y me descubrieron.

El dolor y mi depresión no era suficiente, pues estaban por descubrir cosas mías.

Ahora me hacia la rebelde y no lo aguantaba, quería morir de la manera mas pura; quería una hermosa muerte y la planeaba…

Me empastillaron y que podía hacer?; lamentaba no haberme puesto campera para ocultar los momentos de mi cuerpo.

Ya no tenia ni siquiera privacidad, mi vida me aterrorizaba y todos me miraban.

Planear era lo que debía hacer, planear estratégicamente recursos nuevos para luego implementarlos de tal manera que no descifren lo que esta dentro mio, quien soy realmente.

Es momento de alcanzar un sueño y empieza desde hoy. Esta mujer debía ser fuerte y vulnerable. Tenia que seguir.

Seguir por lo que fue, lo que es, lo que nunca va a ser; atentar con su cuerpo y dar un paso al frente, el ultimo paso.

Me pudría por dentro y nada me importaba, es que había fallecido un ángel…

Literalmente estaba muerta en vida. Mi vida me había asesinado de la peor manera, y yo continuaba llorándola angustiada.

Simplemente era lo que abarcaba todos mis sentidos y uno más. Más que el calor del invierno me quemaba por dentro…

Transportando la distancia puedo verla y siento sus besos y su risa escucho, pero comprendo que no soy yo la que recibe lujosos bienes, y me entierro en el recuerdo.

Hoy quiero realmente terminar con todo esto…mi yo interno es secreto y tiene que seguir oculto, bajo mi piel.

Odio al psiquiatra y los venenos que me dio.